Cuando empieza el curso todo parece más sencillo. Un par de temas de cada asignatura, un ritmo suave… pero en cuanto pasan unas semanas la cosa cambia: se acumulan los temas, llegan las primeras entregas y de repente te encuentras con varias asignaturas abiertas a la vez. Matemáticas, Historia, Inglés, Física… y la sensación de que no llegas a todo.
Si esto te suena, que sepas que no eres la única persona que se siente así. Estudiar varias materias a la vez puede ser abrumador, pero con un poco de organización y algunas técnicas concretas es mucho más llevadero.
Empieza con un plan realista
Lo primero es poner orden. Muchas veces anotamos “estudiar Historia” o “repasar Física” y creemos que con eso ya tenemos claro lo que hay que hacer. La realidad es que cuanto más concretos seamos, más fácil será avanzar. En lugar de “estudiar Historia”, escribe “repasar el tema 5 y hacer esquema del tema 6”. Eso da claridad y evita la sensación de estar dando vueltas sin avanzar.
Piensa también en cómo repartir el tiempo. No todas las asignaturas pesan igual ni requieren el mismo esfuerzo. A la que te cueste más, dedícale bloques más largos; a la que se te dé mejor, bloques más breves.
Alterna asignaturas distintas
Estudiar dos asignaturas del mismo tipo seguidas suele ser un error. Pasar tres horas con materias de memorización o solo con problemas numéricos es agotador. Funciona mucho mejor combinar diferentes tipos de esfuerzo. Un ejemplo: Matemáticas con Historia, o Inglés con Filosofía. De esta manera activas diferentes áreas del cerebro y mantienes la mente más fresca.
Cada asignatura necesita su método
Uno de los grandes fallos es querer estudiar todas las materias igual. No es lo mismo memorizar fechas de Historia que resolver ejercicios de Física. Tampoco se estudia un idioma del mismo modo que Filosofía. Hazte esta pregunta: ¿qué pide esta asignatura en el examen? A partir de ahí adapta la técnica. Puede que necesites esquemas, practicar ejercicios, hacer tarjetas de vocabulario o explicarte un tema en voz alta.
Reserva un momento para repasar
Avanzar sin repasar es engañoso, porque parece que estudias mucho, pero en realidad se te olvida a los pocos días. Por eso es importante reservar al menos un día a la semana para volver a lo ya estudiado. Puede ser un domingo, o cualquier hueco que tengas, pero ese repaso regular es lo que hace que lo aprendido se mantenga.
Avanzar es más importante que hacerlo perfecto
A veces nos paralizamos porque queremos llevar todas las asignaturas al día y perfectamente dominadas. La realidad es que eso es casi imposible. Y está bien. Lo importante es avanzar un poco cada día. Incluso 30 minutos de estudio real valen más que un día entero perdido en la frustración.
Recuerda que la constancia pesa más que la perfección. Si un día no cumples el plan, no te castigues. Ajusta y sigue.
Para terminar
Estudiar varias asignaturas a la vez es un reto, sí, pero también una oportunidad para aprender a organizarte mejor. Si consigues alternar materias, adaptar la técnica a cada una y repasar con regularidad, notarás la diferencia. No se trata de abarcarlo todo de golpe, sino de dar pasos pequeños que suman mucho.
Si ahora mismo te sientes sobrecargado, quiero que recuerdes que no estás solo en este proceso. Con el enfoque adecuado, estudiar varias asignaturas a la vez no tiene por qué ser un caos.
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